Histórico

Carta a nuestros inversores – tercer trimestre 2022

Ya está disponible la Carta Trimestral donde nuestros gestores explican con detalle la evolución de los mercados a lo largo del tercer trimestre de 2022.

 

 

Editorial Equipo de Inversión

Estimado inversor,

Terminamos el trimestre con una dinámica muy parecida a la de los últimos meses: una inflación inaceptablemente alta, unos bancos centrales forzados a incrementar el precio del dinero de manera agresiva y unos agentes económicos que creen que la recesión está a la vuelta de la esquina.

Los activos financieros han cerrado el trimestre cotizando por debajo de los mínimos del verano, a pesar de que existen indicios que sugieren que la coyuntura está empezando a cambiar. Nos referimos, por ejemplo, a la caída del precio de las materias primas. La mayor parte de ellas acumulan descensos importantes desde principios de julio. Si no rebotan de manera vigorosa en los próximos trimestres, su contribución será netamente deflacionista durante el próximo año, especialmente a partir de febrero, cuando se cumplirá un año del estallido de la guerra en Ucrania.

Del mismo modo, en muchos casos, las cadenas de producción, el precio de los fletes o los inventarios de las empresas han recuperado los niveles previos a la pandemia (China sigue siendo la excepción). Esta recomposición de la oferta debería reducir una gran parte de los desequilibrios presentes en la economía y, de paso, aminorar el principal temor de los mercados en la actualidad: el vínculo existente entre inflación, subidas de tipos de interés y riesgo de recesión.

Esta mejoría no ha impedido que los banqueros centrales, después de haber infravalorado la inflación durante demasiado tiempo, estén recuperando su credibilidad a pasos acelerados con agresivas subidas en los tipos de interés. Al igual que los estímulos monetarios inyectados durante la pandemia no empezaron a surtir efecto hasta bien entrado 2021, en unos meses el actual endurecimiento será plenamente visible en la economía. Del mismo modo, el exceso de liquidez en el sistema, otro de los principales responsables de la altísima inflación que padecemos, estará también en franco retroceso.

Como ven, la situación sigue siendo compleja, pero existen importantes dinámicas apuntando en la dirección correcta. Una mejoría que, por ahora, los mercados no quieren comprar. ¿Hasta cuándo? No lo sabemos, pero el importante avance y posterior caída de los activos financieros durante el verano seguro que no ha ayudado a recuperar el ánimo de los inversores, al menos a corto plazo. Y es que unos datos de inflación mejores de lo esperado y la creencia de que el final de las políticas monetarias restrictivas era inminente, hicieron que los principales índices mundiales disfrutaran de un rebote cercano al 15% durante la primera mitad del trimestre. Un espejismo que los bancos centrales tardaron muy poco en desmontar con nuevas subidas de tipos de interés, provocando un impacto muy negativo en el precio de los activos durante la segunda mitad del mismo.

UNA RECESIÓN MUY DESCONTADA

En lo que respecta a nuestras empresas, están haciendo lo que esperamos de ellas en este entorno. A pesar de haber iniciado el año con una posición financiera extremadamente sólida, han seguido acumulando caja para reforzar su solvencia ante un futuro incierto. Por el lado de los márgenes, están subiendo los precios de venta de sus productos —no todas al mismo ritmo ni en paralelo con la inflación— traspasando el incremento en costes y protegiendo, de este modo, la rentabilidad de sus negocios. Han seguido manteniendo sus planes de inversión a largo plazo y están aprovechando los descensos en las valoraciones del mercado para adquirir competidores (y clientes) que aceleren su crecimiento. Al mismo tiempo, siguen mejorando la retribución a sus accionistas, elevando dividendos o incrementando los programas de recompra de acciones propias que tienen en marcha.

Un buen desempeño operativo que no ha tenido su reflejo en las cotizaciones. Y es que los mercados siguen lastrados por unos niveles de confianza que están en mínimos de las últimas décadas. Estamos hablando de lecturas inferiores a las registradas en los peores momentos de la pandemia o los meses más oscuros de la crisis de la Eurozona. Niveles similares a los registrados en pleno estallido de la crisis financiera mundial en 2008 a pesar de que, en nuestra opinión —y pueden llamarnos ingenuos—, la situación no es ni remotamente parecida. No tenemos una buena razón que justifique tanto pesimismo (sospechamos que los teléfonos móviles tienen algo que ver), pero lo que sí sabemos es que, históricamente, estos niveles han sido concordantes —y ahora pueden llamarnos optimistas— con unas rentabilidades magníficas en los años posteriores.

No se debe olvidar que los mercados siempre han empezado a rebotar entre dos y cinco meses antes de que la economía deje de contraerse (los famosos brotes verdes). Del mismo modo, las bolsas hacen suelo, de media, nueve meses antes de que los beneficios empresariales comiencen a recuperarse. La realidad es que los activos llevan cayendo muchos meses, previendo una recesión que todavía no existe. La cuestión, por tanto, no es si se avecina un periodo de contracción económica, sino que si este va a ser peor del que ya descuentan las  cotizaciones. Porque si no es el caso, tendríamos todos los ingredientes necesarios para que los precios de los activos vuelvan a reaccionar de manera violenta. Esta vez, con grandes revalorizaciones.

DECISIONES INTELIGENTES A LARGO PLAZO

A lo largo de los 35 años de historia de Bestinver, hemos aprendido que para invertir bien es necesario navegar por periodos de dificultad. En entornos como el actual, los horizontes temporales se reducen drásticamente y muchos inversores dejan de preocuparse por el valor de su cartera dentro de cinco años, angustiados por su evolución en las próximas cinco semanas. Pero es importante recordar que se pierde más dinero preparándose para la llegada de una recesión que cuando esta realmente llega.

Las decisiones que tomemos en los próximos meses van a determinar nuestro desempeño como ahorradores en los próximos años. La situación es complicada, pero hay mucho camino recorrido en la buena dirección, el desempeño operativo de nuestras compañías está siendo excelente y sus tesis de inversión permanecen intactas. Las caídas del mercado han abaratado sus valoraciones y han mejorado enormemente el perfil de rentabilidad futura de nuestras carteras. Igual que en los mercados exuberantes muchas elecciones que parecen correctas a corto plazo terminan siendo muy desafortunadas a largo, no dejen de pensar que después de grandes correcciones ocurre justo lo contrario: decisiones que parecen erróneas a corto plazo se convierten en verdaderamente inteligentes a largo.

Nos despedimos invitándoles a leer los comentarios de gestión de nuestros fondos. En ellos podrán conocer de la mano de sus gestores las perspectivas que tienen para el futuro, los casos de inversión de algunas de sus compañías y los principales movimientos que han realizado en las carteras durante los últimos meses.

INFORMACIÓN CORPORATIVA

A principios de octubre, hemos completado el registro de Bestinver Norteamérica, F.I., el nuevo fondo de renta variable que empleará la filosofía de Bestinver para invertir en el mercado norteamericano. Jaime Ramos será su gestor quien, con más de 20 años de experiencia profesional, lleva invirtiendo en Norteamérica desde 2014. Además, cuenta con el apoyo del equipo de análisis de Bestinver para liderar nuestro primer fondo centrado en la región.

Bestinver Norteamérica es el resultado de muchos meses de trabajo. Su lanzamiento nos ha permitido ampliar la gama de productos que ponemos a disposición de nuestros inversores para que formen carteras diversificadas y hagan crecer su patrimonio a largo plazo a través de la filosofía de inversión de Bestinver.

Nos despedimos, una vez más, agradeciendo su confianza.

Atentamente,

Equipo de inversión

BESTINVER